Alquiler barco Sudeste asiático

Aunque el Sudeste Asiático es un camino muy conocido por los "tourmundistas", que toman la ruta hacia el oeste, el alquiler de veleros se concentra en Tailandia y Malasia.

Entre Phuket en Tailandia y Langkawi en Malasia, se puede navegar todo el año entre islas desiertas, playas de arena blanca y arrecifes de coral mientras disfrutas del ambiente y especialidades culinarias asiáticas.

En el Sudeste Asiático descubrirás una región con muchas culturas, con cientos de idiomas y una amplia variedad de religiones; también tendrás la oportunidad de explorar muchos de sus lugares celestiales e increíbles paisajes que mezclan calas solitarias, bosques tropicales, bulliciosas ciudades así como pueblos legendarios.

Desde el mar de Andamánhasta las islas del parque nacional de Koh Samui, descubrirás todos los tesoros del Sudeste Asiático, que combinan cultura y encuentros sociales, las religiones, la relajación y la gastronomía. Puedes comenzar tu trayecto desde Phuket por la bahía de Phang Nga, un lugar mágico que ofrece una deliciosa mezcla de bosques de manglares, un mar verde esmeralda, acantilados de piedra caliza, selvas y aldeas flotantes. Continua luego tu camino hacia Krabi y Koh Phiphi y disfruta de las lagunas de color turquesa rodeadas de coral y playas idílicas.

Un poco más al sur te adentrarás en miles de islas e islotes que contienen lugares paradisíacos y que te motivan a lanzarte a la navegación hasta llegar a la cueva Koh Muk; allí descubrirás una playa escondida e insospechada en el corazón de una exuberante selva. En el camino a Langkawi conviene hacer una escala en Koh Tarutao, en el extremo sur de Tailandia antes de cruzar la frontera con Malasia.

Langkawi es un archipiélago mágico que combina todas las bellezas del Sudeste Asiático, sembradas además de la amabilidad y sonrisa de sus habitantes: los manglares, las playas de coral, las selvas, los acantilados y el lago interior... Panorámicas impresionantes que no te puedes perder y que suponen todo lo necesario para desconectar en uno de los lugares más mágicos del mundo.