Itinerario para 7 días por Cienfuegos

Aterrizamos en el aeropuerto de la Habana, y desconectados de todo a ritmo de salsa, nos disponemos a soltar amarras desde Cienfuegos para vivir una experiencia de navegación única por el país.

En la etapa de hoy pretendemos llegar a Cayo Sal, uno de los primeros islotes que nos encontraremos tras recorrer unas 60 millas náuticas, ya en aguas del municipio de la Isla de la Juventud, la segunda más grande de la república cubana, después de Cuba.

Tenemos por delante una travesía larga, pero en la que no nos vamos a aburrir, pues, con suerte, es muy probable que nuestros amigos los defines, nos escolten en un tour con sus “acrobacias” acuáticas Previsiblemente, al atardecer nos estaremos aproximando a los primeros cayos vírgenes, que nos dan la bienvenida al archipiélago de la Juventud, y podremos divisar ya desde nuestro barco el pintoresco faro de Guano del Este. Por la zona encontraremos un par de fondeaderos para hacer noche al resguardo.

Contemplar el amanecer cerca de una idílica playa es lo primero que vamos a hacer nada más despertar. Después del desayuno a bordo y antes de iniciar nuestra segunda etapa, los amantes del buceo no pueden perderse también al menos un snorkel para sumergirte entre los impresionantes arrecifes de coral que guardan estas aguas la primera noche de crucero.

Orientamos nuestro barco rumbo sur, con destino Punta Sirena, uno de los lugares donde se encuentra una de las playas más bellas de Cuba y del Caribe, Playa Paraíso, con su blanca arena como si fuera sal y sus aguas color turquesa. Desde aquí podemos hacer una de las excursiones más especiales a una reserva natural donde las iguanas son los únicos habitantes de este islote que se puede visitar, con el permiso de estos curiosos reptiles, claro. ¡Una experiencia increíble!

Para fondear en la costa, tenemos dos opciones: Puerto Sirena y Marina Largo del Sur. Puedes pedirle opinión a la tripulación del barco. ¡A descansar para el recorrido de mañana!

Desde la bahía de Punta Sirena partimos para realizar nuestro itinerario de hoy hacia los cayos situados al Oeste. Un tour por pequeños islotes, prácticamente desiertos, pero poblados de exhuberante vegetación; como Cayo Alcatraz, situado a mitad de camino en nuestra ruta hasta Cayo Rico, donde haremos nuestro fondeo nocturno.

En este entorno, árboles gigantescos y exóticos se erigen en estas islas mínimas rodeadas de acantilados de poca altura, donde aves marinas y delfines juegan entre los manglares y nos invitan a disfrutar de la navegación “slow” con acento cubano. Las aguas de este archipiélago guardan impresionantes fondos marinos y bajones coralinos. ¡Un paraíso, para disfrutar, dentro y fuera del mar!

A unas pocas millas más al oeste, arribamos a Cayo Rico, donde vamos a pasar el resto del día, desembarcados para hacer excursiones, y luego la noche a bordo, fondeados. Nuestro plan del día, un paseo: por sus increíbles playas, donde las estrellas de mar se acercan a la orilla a tomar el sol, nadar en sus aguas cristalinas y degustar uno de los platos típicos para viajar hasta el sabor más cubano de la langosta, en el único chiringuito de este cayo.

Nuestra cuarta etapa de navegación tiene como destino Cayo Campos, el último islote en el que vamos a fondear para hacer noche y comenzar la travesía de regreso, pasando por la costa este de Cayo Largo (Punta del Este).

Dejamos a popa Cayo Rico, para navegar rebasando a nuestro paso pequeños islotes, hasta divisar Cayo del Rosario, el próximo islote cubano de mayor extensión, donde podremos hacer un fondeo en el canal que forma con su vecino Cayo Ciprey. Aquí la vida submarina es impresionante para bucear o hacer snorkel. En tierra, sin embargo, estos cayos son territorios deshabitados, sin hoteles, tierras vírgenes donde las iguanas salen de paseo a su antojo.

Después del almuerzo, nuestro crucero continúa el itinerario hasta nuestro fondeo nocturno junto con Cayo del Rosario. El Refugio Natural de Fauna Campos-Rosario, donde la diversidad de flora y fauna es una de las más ricas del recorrido por el Archipiélago cubano cualquier opinión te dirá que es una excursión obligatoria.

Emprendemos la travesía de regreso a Cienfuegos que vamos a dividir en dos etapas con un fondeo nocturno hoy en Guano del Este. A nuestro paso por la costa sur de Cayo Largo, podemos hacer una parada en otra de las playas de este turístico lugar, Playa Blanca, la zona más concurrida dada su mayor infraestructura hotelera, aunque los resorts aquí están muy dispersos y lejos de la masificación que puede haber en otras islas del caribe.

Después de refrescarnos en las aguas turquesas de Cayo Largo, continuamos hasta Cayo Guano del Este. Ya hablamos anteriormente de su pintoresco Faro, que hoy al estar fondeados cerca podemos visitar si llegamos de día, ya que está abierto al público por acuerdo de sus guardianes.

Hoy hacemos la última etapa de navegación, nos toca viajar hasta nuestro puerto base, donde llegaremos al anochecer, porque tenemos algo más de 50 millas náuticas por delante. La ruta de hoy, al igual que la de inicio, es larga y sin tierra a la vista hasta que alcancemos la costa de la isla Cuba. Iremos tranquilos, disfrutando de la brisa del caribe y con los prismáticos a mano para divisar las aves acuáticas y cetáceos que habitan este litoral y que nos acompañan en nuestro paseo..

En Cienfuegos vamos a pasar la última noche descansando a bordo, pero antes, nos vamos a dar un homenaje en el propio restaurante de la marina, un lugar que nos transporta a la época colonial de Cuba, con una cena a base de platos típicos cubanos escuchando canciones que evocan al glamour de la habana.

Tras el sueño reparador para descansar de la travesía de ayer, nos disponemos a recoger nuestras cosas, revisando siempre no dejar nada en el barco y dejamos nuestro velero o catamarán en el varadero de la marina. Nos despedimos de la tripulación y de los demás pasajeros.

Desembarcamos y nos disponemos a realizar una excursión por la Perla del Sur de Cuba, como se conoce también a Cienfuegos. Su rico patrimonio cultural e histórico, sus plazas decoradas con casas de colores donde la arquitectura colonial es la protagonista y sus mercadillos donde podremos comprar algunos regalos antes de ir al aeropuerto es el plan perfecto para poner fin a los días de alquiler de barco en la isla de Cuba.

Regresamos al aeropuerto en coche, recordando unas bonitas palabras de Hemingway: «Yo siempre tuve buena suerte escribiendo en Cuba...», expresó en una carta. Y poco después de conocer que había ganado el Premio Nobel.

Sin duda Cuba es un lugar para inspirarnos.